martes, 25 de marzo de 2008

Estos muertos están muy vivos

Algún día, esperemos no muy lejano, podremos hablar en igualdad de condiciones, y empleando los mismos adjetivos, de las series americanas como de las españolas. Pero ese día todavía no ha llegado. Y por eso este mes destacamos, como no, uno de los éxitos recientes venidos de allí, del país de los sueños. Dispuestos a rizar el rizo, los productores han apostado por la originalidad durante los últimos dos años. Si a Alan Ball le debemos la naturalización de la muerte, a Bryan Fuller haremos otro tanto de lo mismo con la representación de los muertos. Dead like me, o lo que es lo mismo, TAN MUERTOS COMO YO, es la apuesta más reciente. La acaba de estrenar Calle 13, otra vez un canal de pago, pero en Estados Unidos llevan ya dos temporadas, a razón de 15 episodios por temporada.

La protagonista de esta surrealista historia es Georgia, 'Georgie' Lass, una joven de 18 años a la que le cambia la vida el día en que muere aplastada por la tapa del retrete de la estación MIR. Sí, tal que así es el punto de partida de la serie. Evidentemente, Georgia no sobrevivirá a tan brutal impacto, pero gracias a ello pasará a formar parte del equipo de Rube, personaje al que da vida Mandy Patinkin (un televisivo que bordaba su papel en Chicago Hope, aquella irreverente serie de médicos ideada por David Kelley). El creador de tan singular universo es Bryan Fuller, guionista de las últimas partes de Star Trek. Aunque la inspiración no le vino del cielo, como a su protagonista, si no más bien de la novela Sobre un pálido caballo de Piers Anthony.

De ella se sirvió Fuller para dar vida a este grupo de recolectores de almas, oficio que ejercen con soltura y en ocasiones con muy mala leche sus protagonistas. Su cometido consiste en localizar a aquellos que están a punto de morir y evitar que sus almas vaguen perdidas por el espacio. Su punto de arranque la situa a medio camino entre Ghost y El sexto sentido. Pero el desarrollo posterior de la serie, sus recovecos, y sobre todo su filosófica mala leche, la distancia de las mencionadas y la situan en un universo pararelo al de los Six feet under de la familia Fisher.

Su protagonista, Georgie (Ellen Muth), tendrá que enfrentarse a su nuevo trabajo, pero también a la posibilidad de ser testigo del dolor que su familia siente por ella. Rube (Mandy Patinkin), es el jefe del grupo de recolectores. Es, como suele ser, un jefe estricto, irónico y un tanto filósofo. Mason (Callum Blue), es el James Dean: guapo, rebelde e independiente. Georgie no le quita ojo, pero él tampoco se lo pone fácil. Daisy (Laura Harris) antes de su fallecimiento era actriz y, de hecho, murió durante el rodaje de Lo que el viento se llevó, sin embargo, fue más conocida por sus devaneos sexuales fuera de la pantalla que por sus interpretaciones. Roxy (Jasmine Guy), ha mamado la calle y de ella ha extraído todos sus conocimientos. No tiene pelos en la lengua, ni falta que le hace. Joy (Cynthia Stevenson), la madre de George nunca fue capaz de entenderse con su hija cuando esta todavía estaba viva y ahora, que ya no lo está, tampoco lo va a tener fácil. Y por último, Reggie (Britt McKillip), la hermana pequeña, de tan sólo once años, a la que la muerte de Georgie sume en una profunda depresión.

La respuesta de la audiencia ha sido espectacular y muchos críticos la consideran, con razón, la serie del año.Las nominaciones también le han sonreido. Éste año le han caído dos. Primero fueron los Saturn Award (premios de televisión por cable), y después los Emmy (nominaciones por la música y los efectos especiales).

La serie está llena de guiños y curiosidades. Entre las que conciernen a los actores podemos destacar varias. Por ejemplo, que a su protagonista, Ellen Muth, la vimos ejerciendo de pequeña Jennifer Jason Leigh en Dolores Clairborne, una excelente adaptación de un relato de Stephen King. De Mandy Patinkin ya hemos comentado su pasado como excentrico cirujano en CHICAGO HOPE, pero merece la pena recordar su trabajo como Iñigo Montoya, el malvado hombre de negro en la divertida e inteligente LA PRINCESA PROMETIDA. Cynthia Stevenson, que da vida a la madre, ya ha pasado por la pequeña pantalla como protagonista de la ingeniosísima comedia Oh baby!. La música está compuesta por Stewart Copeland, un músico veterano, al que reconoceremos como el alto, rubio y delgado batería del trío británico The Police. Quienes tengan la oportunidad de ver el piloto de la serie, del que por suerte Calle 13 ofrecerá varios pases, no deben perderse un final en el que se incluye la versión que el grupo americano de lounge Pink Martini hizo del famoso Qué será, será. Y terminamos con uno sobre la propia serie: en el mismo capítulo se dice que la protagonista muere aplastada por la MIR en 2003. Lo extraño es que la estación espacial se desintegró en el 2001, con lo cual, ¿debemos entender que el retrete, tapa incluida, estuvo orbitando durante dos años antes de entrar en la atmósfera?

La solución: los jueves, a las 21.40 en Calle 13 (Digital + y operadores de cable).

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 37 Noviembre de 2004

Planeta Lavapiés

¿Pueden convivir ciudadanos de más de 88 países en menos de un kilómetro cuadrado? ¿Puede existir un planeta dentro de una ciudad? La respuesta es sí: en Lavapiés. El que fuera uno de los barrios más castizos de Madrid, vive desde hace más de 10 años un proceso de concentración y aglutinación de inmigrantes que le ha convertido en la zona más intercultural de nuestro país y uno de las primeras de Europa. Es seguramente avanzadilla y experimento de lo que va a provocar el flujo de inmigración en el resto de las grandes ciudades de España.

Lavapiés no es un distrito, ni siquiera es un barrio. Es tan solo una confluencia de calles, dentro de un barrio, el de Embajadores, dentro de un distrito, el de Centro, dentro de una ciudad, Madrid. Pero según los datos del censo del Ayuntamiento, ahí, en Lavapiés conviven habitantes de 88 nacionalidades distintas. De 32.811 habitantes censados, 22.973 son españoles (13.800 de Madrid), 1044 son marroquíes, 3309 ecuatorianos, 567 colombianos, 435 chinos, y 386 bangladeshíes. A ellos habrá que sumarles también la cantidad, indeterminada pero conocida, de indocumentados e ilegales. Paseamos por la calle del Tribulete, famosa hace años gracias a los tebeos, ahora tristemente conocida por uno de los negocios asociados a los terroristas del 11-M. La sombra no se ha desvanecido del todo. No hay miedo pero sí desconfianza. En el nº 17 de esta misma calle, la persiana metálica del locutorio Nuevo Siglo, que regentaba Jamal Zougam, sigue cerrada y candada. No es un buen presagio. “Hasta que no la compren y pongan otro negocio no nos vamos a olvidar”, admite una vecina que acude al único centro de Salud con el que cuenta el barrio. La calle es moderadamente bulliciosa y llena de tiendas. Es, junto con Mesón de Paredes, una zona de locales regentados por magrebíes, más conocida como la pequeña Marruecos. Hay españoles, ya que la mayoría tiene documentación y permisos, pero su origen es árabe. Comemos en un restaurante de los más conocidos. Es un clásico, en el mejor estilo de los bares de tapas, con sutiles diferencias, entre ellas, que la especialidad de la casa no son los calamares, sino el cuscús y los falafel.

Chinatown y sus negocios
Los que mejores resultados obtienen desde hace muchos años en nuestro país son los inmigrantes chinos. Se les acusa de ser cerrados, de no integrarse y de vivir casi exclusivamente para trabajar en sus negocios. Superada la etapa de los restaurantes, su mejor baza fueron las tiendas de alimentación que abrían de jueves a domingo casi ininterrumpidamente. Después vinieron las tiendas de regalos y los todo a cien. Ahora son locales de ropa, al detalle y al mayor. Zonas como la calle Embajadores, Juanelo o Colegiata, antes regentadas por comerciantes de "toda la vida" –nos dice una vecina–, son ahora locales comprados o alquilados por familias chinas. Los datos del censo dicen que en España viven alrededor de 40.000 inmigrantes chinos, el 50% entre Madrid y Barcelona. En el distrito Centro, según el ayuntamiento, trabajan 2.000, pero después están los que no están censados. Los tópicos hablan de mafias, o de un jefe millonario. Ellos serían quienes les prestan el dinero. La realidad, y también la policía, demuestra que su forma de vida, completamente endogámica, les permite realizar préstamos entre familias y pequeños clanes. Con ese dinero han comprado locales por valor de casi 40 millones de pesetas, con el dinero encima de la mesa. Y de esa forma, el barrio se transforma. Los antiguos comerciantes alquilan o venden gracias a un dinero que les viene como caído del cielo. Es la queja que más se escucha: “nos quedamos sin tiendas, y encima en algunas, no te entienden”, cuenta Antonio, a la sombra del café del Teatro Pavón, en los primeros números de la calle Embajadores. Son los jóvenes de los 50 de los que habla el periodista José Luis Pérez Cebrián en su artículo "Los otros inmigrantes de Lavapiés". Dice el periodista: “Ahora los que quedan, comprueban que los pisos de enfrente, de abajo y de arriba los tienen alquilados inmigrantes de distinto color y acento, y que las calles a deshora son un peligro cierto. Y en las plazas o plazoletas no hay sitio par a los viejos del barrio, que protestan entre ellos y miran desde las esquinas los bancos llenos de jóvenes magrebíes (…) No pocos vecinos de Lavapiés (entre ellos chicos y chicas de los cincuenta que quedan allí) son ancianos con escasa pensión en sus rostros se advierte la contradicción y la soledad. Ellos eran otros inmigrantes. Y éste, para bien o para mal, es otro Lavapiés”.

Tópicos e incoherencias
Si hacemos caso a los tópicos en este barrio también podríamos ubicar la pequeña India, la pequeña Cuba, la pequeña República Dominicana, y en menor medida las pequeñas Senegal, Guinea, Nigeria, y muchas más. Son todas esas pequeñas las que hacen una grande, un mundo un planeta, al que muchos ya le adjudican nombres como Babel en Madrid o Planeta Lavapies. Pero si de verdad es un planeta, ¿por qué apenas cuenta con infraestructuras? En el terreno educativo este año se ha inaugurado la nueva sede de la UNED, pero este centro es más una infraestructura para la ciudad que para el propio barrio. El que sí le pertenece es el único centro cultural del Ayuntamiento. La paradoja es que para matricularse en alguna de sus actividades se exige la nacionalidad española. Toda una ironía en un barrio en el que casi el 70% de la población es inmigrante. Otro de los tópicos, cada día con menos base, que sustenta el barrio es el de la delincuencia. Así está catalogado desde hace años, y una buena parte de la prensa aprovecha la mínima ocasión para echar leña al fuego. Pero lo cierto es que si nos atenemos a los datos que facilita la Comisaría Centro, en marzo de 2000 los delitos habían descendido en Lavapiés entre un 7 y un 10 %.

Barrio humilde, especulación a la vista
Este ‘Gran Hermano’ de razas y naciones, en el que se ha convertido el barrio tiene mucho más de experimento que el programa de Gestmusic. Aquí se convive día a día, se mira los vecinos, se les mira y se les saluda. Aunque al final, cada uno tiene su propia zona. La zona de Cascorro sigue siendo un híbrido entre la comunidad gitana y algunos locales de chinos que proliferan cada vez más. Algo parecido ocurre en Encomienda y Juanelo. Mesón de Paredes tiene sus franjas: los primeros números, hasta hace un par de años eran tiendas de venta al mayor, ahora están regentadas por chinos y venden de todo, al mayor y al menor; la mitad de la calle se la quedan entre africanos y latinos; la parte final es más marroquí. Lo mismo que Tribulete, Sombrerete y parte de Miguel Servet. Una parte de la calle Lavapiés y Jesús y María es hindú y paquistaní. Hoy por hoy sólo la calle Argumosa, un clásico de la vida diurna, mantiene a un grupo de vecinos con apariencia de profesionales liberales. No en vano, un apartamento de 40 metros cuadrados en esa calle, Argumosa, se puede vender sin remilgos por 228.000 euros (38 millones de pesetas) sin mover un dedo. El resto de la zona tampoco anda muy lejos. Habrá quienes muestren sus reticencias, pero las cifras cantan: un piso de 70 metros, en un edificio antiguo, si está en buenas condiciones, puede superar con creces los 270.000 euros (45 millones de pesetas). Las ventajas son evidentes: supermercados, tiendas, metro a la puerta y el centro a menos de un tiro de piedra. Quizá también sea esa galopante especulación la que ha convertido el barrio en una opción provisional para muchos inmigrantes, un tránsito mientras consiguen el salario suficiente para mudarse de barrio y olvidarse de los guettos.

Obras: día sí, día también
Aunque ese concepto, el de guetto, se desvanece en la plaza Lavapiés, el salón de reuniones de esta pequeña Babel. Aquí se juntan, un tanto amedrentados por las obras que interrumpen la normalidad del barrio, muchos vecinos. Esta es quizá, la losa que aplasta el barrio desde hace años. Primero fueron los arreglos de las calles, el adoquinado patrocinado por el entonces alcalde Álvarez del Manzano, que mantuvo las calles desnudas e intransitables durante casi un año. Fue en 1999. Ahora, esos mismos adoquines se hunden y se presentan destrozados en casi todas sus calles. Y vuelven a ser las obras, está vez la ampliación de la linea 3 de Metro, las que tienen la plaza tomada, ocupada e inservible. "Lo peor de todo es el olor, el mal olor de los pozos que mantienen abiertos", insiste uno de los vecinos, que pasa rápidamente de la plaza en dirección a la calle Argumosa. Pero no es el único mal. La limpieza, su ausencia, es casi una norma. Algunos dicen que se ensucia más, y otros, la mayoría, que la zona interesa poco y está peor atendida. Tres focos potencian esta idea: la plaza de Tirso de Molina, frontera, ya fuera del Planeta Lavapiés, ocupada por un botellón diario, cajas y malos olores; La Plaza Cabestreros (hoy Nelson Mandela), hasta poco zona de pandillas y jóvenes adictos a esnifar pegamento; y por último la propia plaza Lavapiés y las confluencias con Embajadores.

Ni mestizos, ni castizos
No es un barrio de mestizaje, porque eso vendrá más tarde, dentro de unos años quizá, pero si de confluencia. Hay de todo y para todos los gustos. Falafel árabe, restaurantes y tiendas paquistaníes, comercios de todo a cien y restaurantes de comida rápida china, carnicerías árabes y magrebíes, teterías, pastelerías, bares ecuatorianos, cubanos, peruanos, y así podríamos seguir hasta un total de cincuenta. Es el Lavapiés del siglo 21, un barrio que se ha quitado el sanbenito de castizo para colocarse el de multicultural. Una multi e interculturalidad que tiene tantas ventajas como inconvenientes, y a la que sólo el tiempo le permitirá saber si este flujo de culturas y países se convertirá en un auténtico mestizaje. La esperanza es lo último que uno debe perder. Lo dice Manu Chao y también Gloria Fuertes. Por eso terminamos con un verso de la poetisa madrileña, nacida el 23 de julio de 1917 en pleno corazón del barrio, de madre costurera y sirvienta, y que publicó sus primeros versos en 1950. A ellos, a sus habitantes, dedicó algunos de sus poemas.

"La gente dice: /«Pobres tiene que haber siempre» / y se quedan tan anchos / tan estrechos de miras, / tan vacíos de espíritu, / tan llenos de comodidad. / Yo aseguro / con emoción / que en un próximo futuro / sólo habrá pobres de vocación".

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 37 Noviembre de 2004

Alex comete el CRIMEN FERPECTO

Hemos quedado con Álex de la Iglesia a eso de las 14.30. Está rodando interiores en una casa alejada, más allá de Torrelodones (Madrid), a la que una parte del equipo ya conoce como "Una casa en las afueras". El escenario es terrorífico, o sea, algo así como "El Bulli" de Álex. La casa parece un híbrido entre la de Norman Bates y la de The Haunting de Robert Wise. Pero Álex está desilusionado porque no puede sacarle partido. La historia es urbana y los exteriores no tienen nada que ver con la diabólica mansión. Quizá en su próxima película. Para eso falta tiempo. Ahora está a media comida y para no perder tiempo, un ayudante de producción nos invita a compartir mesa y a hacer la entrevista en una brevísima pausa para el café. Comprobamos que el director vasco es adicto a la dieta del pollo (dos platos, por favor) y sigue de tan buen humor como de costumbre. Nos sentamos y lo primero que sale es que acaba de presentar CRIMEN FERPECTO (cuidado, no confundir con Perfecto) en Toronto, y también de lo que está rodando, una de las cinco tv movies del proyecto Historias para no dormir, que coordina Chicho Ibáñez Serrador y producen Filmax y Tele 5.

-¿Álex de la Iglesia rodando una tv movie contratado? Debe ser porque necesita dinero, para pagar las deudas.
-... Pues sí.

-A parte de eso ¿qué le interesaba del proyecto?
-En realidad este era un proyecto que intenté levantar yo. Hace años, en una cena con Chicho, le planteé la posibilidad de volver a hacer "Historias para no dormir" y llegamos a la conclusión de que no se podía. Chicho decía, que era imposible porque nunca íbamos a conseguir que TVE o que Telecinco, o quien fuese, financiase una serie en la que se necesitase x dinero en cada episodio. Así que abandonamos la idea. Y a los dos años o dos años y medio, de pronto me llama Chicho y me dice ‘oye que esto va a salir y que lo podemos hacer’. Y dije, entonces, ‘¿qué idea hay de episodio, qué presupuesto hay?’, y me habló de que se iba a rodar en cine y de que iba a tener un presupuesto cercano al de una película, y me animé. Y luego ya a partir de ahí empezamos a arrastrar más gente y a conseguir un grupo de directores muy bueno, está por ejemplo (Enrique) Urbizu, Mateo Gil, Jaime Balagueró, Paco Plaza, yo creo que están muy bien seleccionados por Filmax.

-Acaba de llegar de Toronto (Festival Internacional de Toronto, donde ha presentado CRIMEN FERPECTO).
-Llegué el domingo (12 de septiembre) y el lunes (13) empezaba a rodar.

-No ha tenido mucho tiempo...
-Ni para respirar.

-¿Y cómo ha ido?
-Estuve en dos pases. Allí la han recibido que parecía que estábamos pasando LA VIDA DE BRIAN. La gente se moría de risa. Ha sido alucinante. No me esperaba una respuesta así para nada.


-Después de 800 BALAS, ¿está Álex de la Iglesia, más preparado para asumir riesgos?
-Yo estoy muy contento del resultado de 800 BALAS, porque como PERDITA DURANGO, es una película que también ha funcionado mucho mejor fuera que dentro. Es una cosa que me pasa de vez en cuando y la asumo con tranquilidad, prefiero tener una vida agitada a una vida aburrida. Entonces lo llevo con tranquilidad. Pero es duro, porque es una película en la que yo tenía puestas muchas esperanzas, esperaba que funcionara aquí también y fue así. Ha funcionado fuera. Pero tampoco me como mucho la cabeza, porque a veces películas que aquí funcionan muy bien, fuera luego no gustan. Nunca llueve a gusto de todos. Pero sí es cierto que, yo, personalmente he salido muy tocado porque era mi primera producción, la he producido yo sólo y era una película muy cara. Y ese tipo de riesgos en este país se pagan muy caros. Por eso espero que esta vaya bien.

-¿Eso quiere decir que Pánico films (su productora) levanta cabeza?
-Pánico está bien, está fenomenal, porque 800 BALAS es rentable con el tiempo, y ya hemos conseguido cerrar la película (cubrir gastos)

-Cuando estrenó LA COMUNIDAD decía que PERDITA DURANGO era su película favorita. ¿Todavía lo sigue siendo?
-Es la película en la que he tenido más libertad y en la que he disfrutado más rodando. Y el resultado visualmente fue muy bueno. Normalmente quieres a las películas que reciben más palos y en Perdita me los han dado por todos lados. Y sigo estando muy orgulloso de la película. Siento contrariar a los críticos (ríe abiertamente), pero me gusta mucho. Precisamente por lo que a ellos no les gusta. Es muy gracioso comprobar como, críticas que son negativas, para mi son positivas. Recuerdo una de Boyero (Carlos Boyero), que me gustó mucho, que decía, “sórdida y espectacular”, y eso es exactamente lo que yo quería que fuera la película. Estoy muy orgulloso de ella. En Alemania o en Estados Unidos me conocen por esa película y le tengo mucho cariño.

-¿Se embarcaría de nuevo en otra superproducción de ese calibre?
-Sí (rotundo). A partir de Perdita me lo han propuesto muchas veces pero no he encontrado guión… Estuvimos embarcados en FU MANCHÚ, mucho tiempo, entonces al ver que la película no salía, me quemé, y dije, bueno pues vamos a trabajar aquí con un presupuesto más cercano, sin meternos en locuras. Porque lo malo de esas locuras, es que llevan mucho tiempo de preparación. Así que si me meto en una de ese tipo, tendría que ser con un guión que me gustará mucho. Hemos tenido muchos, pero no uno que nos haya gustado, plenamente. (Cuando Álex dice ‘hemos’, habla de su productora y también de Jorge Guerricaechevarria, guionista y amigo con el que trabaja desde sus primeros tiempos)

-Ahora que habla de FU MANCHÚ, ¿en qué estado se encuentra este proyecto?
-Está totalmente perdido. El guión es de Andrés (Andrés Vicente Gómez, director de Lola Films), no es mío y es una película muy cara. Cuanto más tiempo pasa más difícil de levantar es. Yo creo que en ese sentido, como no sé si Andrés tiene ya los derechos del personaje, a no ser que se retome desde otro punto de vista, preferiría hacer otra cosa.

-Las relaciones con Andrés Vicente Gómez, tras abandonar el proyecto de FU MANCHÚ y quedarse él con el guión, ¿cómo están?
-Muy bien, como el vino, mejoran con el tiempo.

-¿Le ha propuesto trabajar en otra película?
-Sí, lo que pasa es no hemos encontrado el proyecto. Además, esto del cine, es como la guerra: la gente con la que has batallado, siempre está en tu cabeza y siempre es positivo.

-Hablando de cosas positivas. En CRIMEN FERPECTO vuelve al humor de MUERTOS DE RISA y LA COMUNIDAD.
-Tiene cosas de LA COMUNIDAD, puesto que se desarrolla en un espacio cerrado y también tiene un crimen. Pero también tiene cosas de MUERTO DE RISA, en el sentido de que es una lucha de amor y odio, entre dos personas que teóricamente se quieren, tiene mucho de todas. También tiene elementos de EL DÍA DE LA BESTIA. Es que al final no puedes evitar ser tú mismo el que está haciendo la película… otros lo llaman estilo, yo lo llamo lo que a mi me gusta hacer…

-Tiene un plano final en la calle Preciados que nos recuerda a EL DÍA DE LA BESTIA.
-No pretendía volver a rodar en Preciados, no tenía ninguna intención, pero es que es la mejor calle de Madrid, entonces al final terminamos ahí. Es la mayor y además es la que más tráfico de gente de toda Europa. Estábamos buscando otros sitios, dimos mil vueltas, y al final vimos que el mejor sitio era la FNAC (en la Plaza del Callao). También porque me recordaba un poco a Times Square, es como el edificio central de Times Square, entonces venía muy bien para ese final.

-Han cargado las tintas (los dos guionistas) con muy mala leche, contra el perfil de vendedor de El Corte Inglés, aunque en la película no se dice.
-De alguna manera simboliza ese tipo de personaje ambicioso, liberal-conservador que quiere triunfar, cueste lo que cueste, y además que tiene unos puntos de mira al final un tanto mediocres, que no quiere ser emperador del cosmos, no quiere ser Darth Vader, no, el lo que quiere es ser jefe de planta, y por eso es capaz de todo. Este tipo de mezquindad nos resultaba muy atractiva por cercana pero por otro lado muy odiosa: es como sacar lo pero de ti mismo y por otro lado lo peor de lo que ves alrededor. A mi ese tipo de personaje me resulta terrible, por cercano y por odioso, porque de pronto es un tipo muy repugnante, todo el rato pensando en sí mismo, siempre pensando en los objetivos. Se identifica con algo que no se había visto en España, que es ese rollo entre el ganador y el perdedor, eso nunca había importado en España. (Es evidente que hemos tocado el punto que a Álex le interesa y se explaya, así que no le interrumpimos) Aquí siempre se había valorado al que más disfruta. Es decir aquí el ganador siempre había sido el que más disfrutaba de la vida no el que más dinero ganaba, y ahora nos están imponiendo una cultura anglosajona extraña, que es la del gana más dinero, y eso nunca ha funcionado aquí. Siempre hemos tenido muy claro que no es eso lo importante. Siempre nos ha gustado el sinvergüenza, hemos sido muy proclives hacia el personaje que disfruta de la vida sin esfuerzo. Pero no el que representa un estatus social. Y eso es algo anglosajón, que nos ha venido impuesto y que se está imponiendo cada vez más. Eso del trepa. Aquí lo que ha habido es holgazanes, escaqueadores, tipos que consiguen caer bien al jefe sin hacer nada, pero ahora se está imponiendo el tipo que intenta estar por encima de los demás, y eso es terriblemente odioso.

-Pero es un personaje pobre. Por no tener, no tiene ni casa.
-Sí porque su vida es el centro comercial. Su vida personal no tiene sentido: a él lo que le interesa es el centro comercial, ha nacido en el centro comercial, y además lo cuenta, ‘nací aquí en la sección de complementos’, y su vida personal no le interesa. Como es provisional, porque él va a triunfar, lo que tiene en el presente no le vale. Hablar de todo eso, así, nos gustaba mucho.

-Como lo de rodar dentro de un centro comercial. Porque no negará Álex de la Iglesia que no se ha dado el gustazo de cumplir muchos de sus sueños ocultos, como por ejemplo, cuando los personajes se quedan por la noche en el centro comercial o cuando se dan el lote en los probadores…
-Claro que sí. Es algo que hemos pensado todos más de una vez.

-Y para ello ha elegido a las actrices guapas y las has enfrentado con otras menos guapas…
-Bueno es ese choque que se da con la chica de cosméticos y con las que no son de cosméticos. Pero es que eso ocurre en la realidad. Te vas a El Corte Inglés, y las tías de la primera planta son guapísimas. Después vas subiendo plantas y cada vez son más feas, y en saldos y en complementos ya parecen monstruos, y me parece alucinante que la gente se someta a eso.

-En esta película, como ya hizo en LA COMUNIDAD, ejerce de recuperador de actores. Aquí le ha tocado a Luis Varela.
-Lo de Luis es que era una obsesión, porque quise contar con él en LA COMUNIDAD pero estaba haciendo teatro, después lo intenté en 800 BALAS pero tampoco pude, y le he llamado en esta y por fin lo he conseguido. A mi me encantaba de pequeño, era uno de mis favoritos, y me parece un actorazo. Lo mejor que tenemos en este país son los actores…son como joyas, gente con un callo, y fíjate que voz tiene y que fuerza.

-Es una de nuestras mejores voces de doblaje.
-Ha estado quince años haciendo doblaje.

-Hablamos más de cine, porque ya está pensando en su siguiente película.
-Estamos con diferentes proyectos. Siempre he querido rodar RANK XEROX, la adaptación del cómic de Liberatore y Tambourini. Siempre he querido hacerlo, lo que pasa es que es un proyecto muy difícil de levantar. Un productor francés lleva 15 años intentando levantarlo y ahora quienes tenían los derechos los han perdido y a lo mejor podemos conseguirlos, pero vamos, contar la historia de un androide enamorado de una ninfómana de 12 años pues … como que es complejo. Lo intentaríamos hacer siguiendo la línea del cómic, eso quiere decir que sería una película muy cara, prácticamente porno y tremendamente violenta, y además con el tipo de violencia gratuita y humorística que pone tan nervioso al personal, pero tendría que ser una gozada poder rodarla. Después, por nuestra cuenta tenemos (él y Jorge Guerricaechevarría) también un par de guiones, pero todavía no nos hemos decidido por ninguno.

-Del momento que estamos viviendo en el cine, y también en la televisión, ¿qué es lo que más le molesta a Álex de la Iglesia?
-Me molesta la falta de criterio de gobernantes y políticos, y cuando resulta que llega el Llanero Solitario te das cuenta de que también hay una serie de problemas difíciles de resolver, con la corrección política… esa obsesión por lo políticamente correcto y por hacer algo socialmente relevante, eso me parece absurdo. Habría que recuperar ese espíritu frívolo de personas que viven en libertad y que no están en ningún caso obligadas a responder culturalmente ante un problema social que le rodea. Ahora parece que si no eres políticamente correcto y tus películas no reflejan los problemas sociales que te revuelven por dentro, pues entonces es que eres un descastado, y eso me parece ridículo. Pero bueno que cada uno haga lo que quiera. (Ahora sí parece estar mosqueado) Parece que hay que justificarse. Que el cine, por donde venimos, necesita justificarse, y de decir, ‘amigos que aparte de diversión y entretenimiento y diversión somos un bien necesario para la sociedad’, y creo que eso no es necesario. También puede ser un vicio caro. Es uno de los pocos vicios caros que resultan rentables. Hay vicios más rentables que hacen perder más dinero a la gente y son más socialmente aceptables. Lo que habría que hacer es tomarse las cosas con calma y empezar a pensar lo que es realmente el cine, que es una cosa que la gente ve normalmente los sábados con palomitas, con la familia, y que hay que perderle el respeto y tomarse las cosas con calma. Hay que olvidarse de hacer el cine como si fuera un examen para los profesores. Hay mucha gente que parece que se presenta a un examen y parece que les van a poner una nota y el cine no es eso, el cine consiste en divertir a la clase. Y la clase se divierte más si el profesor no está presente.

Quien sí tiene que estar presente es el director en el rodaje. Por eso el equipo de dirección le reclama y, Álex, se excusa amablemente: es hora de entrar en la mansión diabólica para hacer frente a ese demonio, que es el trabajo.


Mini Biografría de Álex de la Iglesia
Álex de la Iglesia nació en Bilbao en 1965. A los 10 años se inició como dibujante de cómics, una afición que no ha abandonado. Se licenció en Filosofía, pero está claro que la inspiración le pilló en el bar y en el cineclub. Su primera experiencia fue como decorador artístico en TODO POR LA PASTA (1990), de Enrique Urbizu. En 1991 realizó su primer y único corto como productor, MIRINDAS ASESINAS. La productora de Almodóvar, El Deseo le produjo su primer largo, ACCIÓN MUTANTE (1992), una comedia asesina, gamberra, que inauguró un nuevo estilo de hacer cine, prácticamente desconocido en España. Algo que confirmaría plenamente con su siguiente película, EL DÍA DE LA BESTIA (1995) ganadora de 6 premios Goya. Además del cine, Álex también ha creado un vídeo juego, y estos días acaba de estrenarse en Madrid como autor teatral con la obra DOS HOMBRES Y UN DESTINO. Quienes sigan su carrera saben que además de un buen comedor, es un tipo inquieto, capaz de poner en pie una sui generis página web, www.alexdelaiglesia.com, en la que suelta su vena literaria escribiendo algo parecido a un diario, salpicado de opiniones y experiencias. En esta página, el propio Álex ha colgado uno de sus trabajos más recientes fuera del cine. Se trata de dos spots que el realizador escribió y dirigió para la FNAC, pero que la empresa decidió censurar, o no emitir, por su excesiva crudeza. Ellos se lo pierden.

CRIMEN FERPECTO se estrena en España el 22 de octubre de 2004.

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 36 Octubre de 2004

¿Sabemos lo que comemos?

¿Comemos para vivir o vivimos para comer? ¿Engordamos por que comemos mal o por que comemos mucho? ¿Funcionan las dietas o se trata simplemente de un negocio más? ¿Cuál es el límite para considerar obesa a una persona? ¿Tiene cura la obesidad? ¿Qué pasa cuando nuestro peso se convierte en un problema?

El año pasado, un americano algo inconsciente, presentó en el festival de Cine de Sundance un documental titulado SUPER SIZE ME. Bajo este sugerente nombre, que aquí podríamos traducir como “póngame la súper”, se esconde una anti-apología de la comida rápida. Morgan Spurlock se había propuesto un año antes, alimentarse durante tres meses única y exclusivamente con menús de McDonald’s. El perpetrador suicida, orquestó semejante plan al modo de un experimento, cuyo vencimiento le llegó al cabo de un mes, periodo tras el cual, los médicos le aconsejaron abandonar el experimento si no quería ser víctimas de enfermedades vasculares o coronarias irreversibles. Pero Spurlock era consciente de que su objetivo se había cumplido: se había convencido, y con él a todos sus amigos y conocidos, de que la comida rápida puede ser tan dañina, sino más, como la mayoría pensamos. Y para dejar bien patente el engaño de la cadena estrella del fast food, Spurlock convirtió todo el material rodado durante su experimento en un documental. McDonald’s tardó menos de un mes en retirar de sus restaurantes el cartel de ‘comida sana’. Así de sencillo. …… Las intenciones de este francotirador, son bien evidentes: denunciar la falta de una política educativa alimentaria y la creciente tendencia hipercalórica de nuestras sociedades. El resultado, en Estados Unidos es que el porcentaje de obesos, un 14,5 % en 1971, se ha duplicado en 2001 hasta superar el 30 %. Más cifras: Las enfermedades relacionadas con la obesidad cuestan al estado norteamericano más de 100.000 millones de dólares al año; y en el año que viene, se prevé que desplazará al tabaco como primera causa de muerte.

¿Y en España?
Hasta hace poco, los españoles, nos creíamos entre los más sanos gracias a la tan manida y tópica dieta mediterránea. Bueno, pues eso se acabó. Según la última encuesta Nacional de Salud (2001), el 36% de los españoles tiene problemas de sobrepeso, a los que debemos sumar un 13% que se encuentra ya dentro del grupo de los obesos. Las cifras bailan y oscilan, pero la alarma la ha dado hace tan sólo unos días la ministra de Sanidad. Según los datos de Elena Salgado, uno de cada seis niños desarrolla obesidad (un 16%, cuando en 1989 era un 5%). Las razones son las mismas que en el resto de países.

Pero, ¿por qué engordamos?
En Estados Unidos, los endocrinos recomiendan un consumo de 2.200 calorías para los hombres y 1.600 paras las mujeres, en el caso de vidas sedentarias. Todo consumo que supere estos niveles obliga al cuerpo a crear reservas y por tanto acumular grasas. Pero no es la única razón. Hay dos razones que tienen mucho que ver con el modelo de sociedad desarrollada, consumista y tecnológicamente avanzada que hemos construido y que afecta sobre todo al estilo de vida, a nuestro tiempo laboral y de ocio. Una persona, puede pasar las 24 horas de un día sin haber caminado más de 50 metros. Desde la puerta al ascensor, de ahí al coche, o al autobús, a la puerta del trabajo, de nuevo al ascensor y de ahí a la silla del puesto de trabajo. Así un día tras otro. Las maletas tienen ruedas, donde no hay ascensores hay escaleras mecánicas, las ventanillas de los coches son automáticas, los cortacésped van solos, no se friegan platos, la compra la traen desde el supermercado y para ir al cine, que está a 500, 1.000 o 2.000 metros, se va o en coche o en transporte público. Vivimos la paradoja de un cuerpo, que por genética, tiende a acumular energías, o sea calorías, y sin embargo nuestro modelo social nos impide quemar esas calorías.

Más paradojas
El escritor y economista José Luis Sampedro no se cansa de repetir que en nuestro mundo, si los alimentos se repartieran equitativamente, nos sobrarían a cada uno más de 100 calorías. Una explicación que choca frontalmente con otra cifra: más de 18 millones de personas mueren al año de hambre o malnutrición. Es la línea que divide el mundo rico del pobre la que marca la diferencia. Pero los propios países desarrollados tienen sus propias paradojas. Por ejemplo, en España, durante los años 80, las zonas con más problemas de sobrepeso eran las más ricas del país. En el año 2000, tal y como reconoce el profesor Javier Aranceto, “la obesidad se da en las capas con nivel cultural y socioeconómico más bajo”. A nadie se le escapa, que los alimentos naturales, biológicos y dietéticos son más caros, y que los restaurantes más baratos y en los que más se concentra el consumo infantil son los de comida rápida, la adaptación del fast food en nuestro país. Los datos demuestran, también, que entre los países con mayor índice de obesidad se encuentran, además de Estados Unidos, Rusia, México, la República Sudafricana, Egipto, Turquía y Tailandia.

Pan, hamburguesas y caras felices
La dieta de la pizza, la hamburguesa, la patata frita y la cola, tal y como ha demostrado de forma un tanto suicida Morgan Spurlock, es contraproducente para la salud. ¿Por qué?, preguntan los niños a sus padres, cuando éstos deciden seguir el consejo médico y comer en casa. La base de este modelo de restaurantes es el pan blanco y los hidratos de carbono (patatas, pan blanco de nuevo y azúcares). Aunque el dato más esclarecedor lo da la doctora Barbara Rolls, en un reportaje publicado en la revista National Geographic del mes de agosto. La experta analiza las calorías de un menú Big Mac y descubre que, en total, la bandeja contiene 2.470 calorías. Es decir que si nos comemos ese menú habremos satisfecho el 77% de nuestras necesidades en una sola comida. ¿Hacen falta más datos?

¿Soluciones?
‘Así no puedo seguir’, piensa uno mirándose al espejo, para tomar, a continuación, una decisión drástica: ‘el lunes me pongo a dieta y me apunto a un gimnasio’. De las dietas hablaremos más tarde. Nos quedamos en el gimnasio. Nuestro país no alcanza grandes cuotas en competiciones internacionales, salvo en el fútbol, sin embargo, somos los que más frecuentamos los gimnasios de entre todos los europeos. Otra cosa es que le saquemos partido y que sea efectivo. La realidad nos demuestra que no. Que se trata de una cura a corto plazo, y que tal y como ocurre con las dietas, nuestro organismo pierde pronto el interés por el ejercicio físico. La razón principal, lo que más frustra a las persona con sobrepeso, es la lentitud de los resultados. Eso lleva a muchos hasta el peligroso mundo de las pastillas. La reina de las píldoras, conocida como Half Fat, promete eliminar la mitad de cada gramo de grasa que se digiera. Hay otras, que funcionan como inhibidoras del apetito, pero todavía no se han eliminado efectos secundarios tan peligrosos como los problemas cardiacos, diarreas o la pérdida del apetito sexual. Para quienes tienen paciencia pueden probar con la infinidad de dietas que nos ofrece el mercado y que las revistas femeninas se empeñan en promover insistentemente.

La revolución dietética
Su creador, Robert Atkins, fallecido hace tan sólo un año, ha creado ampollas entre los colegas de profesión. Atkins, revolucionó el mundo de las dietas, poniendo utilizando los alimentos ricos en grasas para reducir el peso. Su base, ni demostrada ni rechazada por el resto de la comunidad científica, es que cuando el cuerpo ingiere hidratos de carbono y proteínas procedentes de frutas y verduras, tiende a necesitar rápidamente más cantidad de alimentos. En cambio, con alimentos ricos en grasas, como queso, mantequilla, beicon o salchichas, el organismo produce un fenómeno denominado cetosis que obliga a quemar más rápido las calorías consumidas. Esa misma cetosis, obliga a nuestro estómago a una digestión mayor y por lo tanto no se necesita volver a comer.

Y, si hace falta radicales
Cuando todo falla, cuando es imposible luchar contra la forma de vida y contra la propia voluntad, el cuerpo humano puede llegar al peligroso estado conocido como obesidad mórbida. En España casi un 15 % de la población la padece. Nos lo dice una medida, conocida como IMC o índice de masa corporal, y es el resultante de dividir el peso entre la altura al cuadrado. Si este índice supera el 40 estamos en la zona de obesidad entre moderada y mórbida. Además de los peligros para la salud, la obesidad mórbida conlleva una serie de desventajas que los obesos conocen muy bien. Piensen por ejemplo en un asiento de avión, de autobús o la butaca de un cine. ¿Puede una persona con más de 110 kilos sentarse en una taza de water de un tren o de un avión? Y después están los prejuicios sociales, la marginación, el ridículo y las vejaciones que sufren los obesos, por parte de una sociedad que impone un canon de belleza que no admite tallas por encima de la 36. Llegados a este extremo, sólo cabe tomar medidas drásticas. La más extendida, además de liposucciones y demás cirugías de vaciado, es la reducción de estómago. Esta operación, conocida como bypass gástrico o cirugía bariátrica, consiste en reducir el tamaño del estómago, de tal modo que donde antes entraban entre litro y litro y medio, no quede sitio más que para un yogur. Es efectiva, pero también peligrosa. En Estados Unidos en 2003 se realizaron algo más de 100.000 operaciones, con un índice de complicaciones del 7%. En España, este año han muerto cinco personas tras una operación similar. Ese riesgo no impide que en nuestras clínicas se hayan operado ya más de 1.500 personas. Lo normal, es que tras la operación, una persona de 140 kilos baje hasta los 70 en menos de año y medio. Un milagro, un sueño, o tal vez la salvación, para aquellos que aguardan más de 18 meses en lista de espera.

Records
Pero cómo en todo, siempre hay quien gane. En abril del 98, la revista Colors, publicaba un artículo en el que se detallaba como el británico Barry Austin (en la foto, a sus 34 años y 307 kg de peso) había pagado 817 dólares para que le uniesen las mandíbulas con alambre. Algo que le obligaría a alimentarse durante al menos nueves meses a base de líquidos. Semejante locura hubiese funcionado, de no ser porque Barry, catalogado como el hombre más gordo del Reino Unido, tardó sólo 7 meses en cortarse los alambres. Y tal como aseguraba a Colors: “La vida ya es bastante dura, ¿para qué empeorarla con una dieta”. Lo mismo deben pensar más de la mitad de los obesos que desisten de los grupos de ayuda o de las dietas estrictas. Por su parte, el ministerio, lo ha dicho Elena Salgado, tomará medidas desde la base: iniciando una campaña informativa para prevenir la obesidad infantil. Se fomentará en las escuelas con clases de educación nutricional, aumentará la publicidad sobre alimentos y bebidas sanas, la información en las guías de alimentos y también en la composición de los alimentos.

Hay cuatro reglas de oro, para evitarla en origen: la primera, combatir la vida sedentaria, moverse, andar, caminar, correr, gastar calorías. La segunda reducir las raciones de los alimentos y aumentar el número de comidas, es decir, comer menos y en varias comidas. La última, básica: conocer lo que se come, su origen, sus beneficios y porqué lo comemos. Después hay una, de simple sentido común: puesto que la gastronomía es un placer, siempre hay que dejar un hueco por llenar en nuestro estómago. Ya lo hemos dicho antes: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Por lo demás, bon apetit.


Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 36 Octubre de 2004

Amenábar apuesta por la emoción

Es uno de los pocos directores que no necesita demostrar su talento. Tiene 32 años y es el único cineasta español que ha conseguido llevar su película hasta el puesto nº4 de la taquilla USA. Ahora se prepara para estrenar MAR ADENTRO, su cuarto trabajo, un giro en su carrera, un drama contado desde las emociones más sinceras.







En 1996 un estudiante de 23 años, tímido y con asignaturas pendientes, salía de la ceremonia del cine español con 7 Goyas por TESIS, su primera película. Entonces era un debutante. Ahora es Alejandro Amenábar, director y guionista de Los otros, la película más taquillera de nuestro cine. Un viernes de agosto, su equipo de prensa nos ha citado en un hotel de Madrid, a escasos metros donde el mismo Amenábar, siete años más joven, tenía el osado privilegio de vaciar la Gran Vía para rodar uno de los planos más reconocibles de su segunda película, Abre los ojos. Acaba de terminar MAR ADENTRO, película basada en la historia real de Ramón Sampedro, el tetrapléjico gallego al que los jueces le negaron el derecho a una muerte digna, la misma que el decidió y grabó casi de forma clandestina. Ha sido un trabajo de casi 3 años, que ahora le recompensa con otra maratón, la de la promoción, el estreno en España y la presentación en próximo Festival de Cine de Venecia, dentro de unos días. Pero el director puede con todo. O con casi todo. Ha dejado a medias los huevos revueltos del desayuno para pedirse otro café con leche. Ya está listo para hablar de la película.


-¿Cómo conoce Alejandro Amenábar la historia de Ramón Sampedro?
-Fue a partir de lo que conoció todo el mundo por televisión y por prensa. Y me llamo la atención la situación particular de este hombre, un hombre que era una especie de erudito en un ambiente rural, y que pidiera algo que nos puede parecer a nosotros tan chocante, con esa serenidad y con esa aparente lucidez. Después compré el libro, creo que después de que murió y el libro me pareció que estaba muy bien expresado todo su pensamiento. Algunos poemas me parecieron realmente buenos y pensé que estaría bien traducir ese pensamiento al lenguaje de una película. Y después estos dos años investigando un poco más su historia he ido descubriendo que había cosas muy interesantes en la vida de Sampedro y a la vez muy cinematográficas.

-¿Le impresionó ver qué se emitían por televisión los últimos momentos de Ramón?
-No porque yo creo que Ramón, muy conscientemente, grabó su muerte para exculpar y dejarnos una especie de testamento. De hecho, en televisión, no sé si porque ya venían previamente censuradas, no se emitió la agonía, que es lo realmente espeluznante, porque fue una agonía de casi un cuarto de hora.

-¿Han comprado los derechos de la historia para hacer la película?
-No exactamente. Hemos obtenido los permisos de todos los personajes reales que aparecen en la historia, y también de un poema de Ramón, del que se ha extraído el verso del título de la película, Mar adentro. Pero ahora mismo no sé si tenemos los derechos del libro...

-¿Y de su libro "Cartas desde el infierno"?
-Digamos que tenemos derecho para utilizar en la película partes o fragmentos. Pero en cualquier caso el libro está fuera de circulación, está agotado y no sé cuándo se va a editar.

-Me imagino que cuándo se estrene.
-Seguro que sí.

El trabajo de MAR ADENTRO ha tenido muchas compensaciones. La que más destaca Amenábar es la posibilidad de volver a trabajar con su amigo Mateo Gil. Juntos compartieron los buenos tiempos de la universidad y también la escritura de TESIS y ABRE LOS OJOS. Después, Mateo se volcó en su debut como director en NADIE CONOCE A NADIE, y Alejandro en su proyecto más ambicioso hasta la fecha, LOS OTROS.

- ¿Había un interés mutuo por escribir esta historia juntos?
-Por un lado nos apetecía trabajar juntos, porque con los años y después de hacer Los Otros, que era una película que ya desde el guión me la plantee yo sólo, nos habíamos distanciado un poco y esta era buena excusa para volver a vernos. Y por otro, Mateo leyó el libro de Ramón y vio que ahí había tema para una película. Y trabajando nos dábamos cuenta de que a veces, aunque lo que a él le interesaba de la historia no era lo que a mi me interesaba, sí podíamos encontrar un punto común en el que las dos partes se complementaban.

-La vida de Ramón Sampedro se puede contar desde muchos puntos de vista. El suyo ha sido hacerlo a través de una historia que destila vida y sobre todo libertad ¿por qué éste, y no otro quizá más dramático, más duro?
-Pues no lo sé. Supongo que es lo que nos pedía el cuerpo. Pero cuando estás contando una historia como ésta, si la llevas por el lado oscuro, se pierde la esencia. Yo creo en los géneros como una manera de conectar con el espectador. En el caso de Tesis o en Los otros lo suyo es conectar a través del suspense o del escalofrío, pero en el caso de Mar adentro, con una historia tan triste, me parece que cargar las tintas en eso sería como echar a los espectadores de la sala. Prefiero que conecten con lo que está ocurriendo. Además, me considero una persona bastante optimista y bastante vitalista y creo que esto se tenía que reflejar en la historia. Porque al final, cuanto más rascábamos en las experiencias de Ramón, más nos dábamos cuenta que ésta era una historia de vida, la suya y la de la gente que le rodeaba. Y porque cuando estás hablando de la muerte, inevitablemente estás hablando de la vida. Y eso también estaba en el discurso de Ramón: la desdramatización de la muerte.

-¿Han visto la película los familiares?
-Sí.

-¿Y cómo la han recibido?
-Muy bien. Les ha gustado mucho.

-¿Están contentos con su retrato?
-Sí están, contentos. Yo tenía un poco de miedo por el personaje de Jose, el hermano de Ramón Sampedro, que interpreta Celso Bugallo, pero lo ha entendido muy bien.

-El personaje de la abogada que interpreta Belén Rueda es el único de ficción en toda la película ¿por qué?
-No del todo. Se han introducido cambios y se han mezclado varios personajes porque fueron varias mujeres las que estuvieron enamoradas de Ramón. Y se han introducido cambios para que a la vez no se identifique con ninguna de ellas.

-Al principio, cuando se supo que Amenábar iba a rodar la historia de Ramón Sampedro, muchos pensaron que ésta iba a ser una simple tv movie.
- Esa es una de las preguntas que nos hicimos en su momento, ¿cómo vamos a evitar que esta película no sea una tv movie? Porque nuestra intención era llegar más al fondo de las cosas, no quedarnos en la anécdota o en la cronología de los hechos. Y después darle a la película algo que también estaba en la vida de Ramón: una ventana para el espectador, una ventana en formato panorámico, una ventana por la que se pudiera salir volando. De ahí todos esos momentos colocados estratégicamente en el guión, en los que salimos de la habitación de Ramón, que lo que hacen es que la película no se quede anclada ahí...

-¿Qué ha sido más complicado, la documentación y escritura del guión, o el rodaje?
-Lo más difícil ha sido obtener el beneplácito, o sea, los permisos de todo el mundo. Porque trabajábamos con material humano y con sensibilidades. En el caso de la familia, no hubo problemas, porque aprobaron relativamente rápido el guión. Pero había una serie de personajes con los que queríamos tener la seguridad de que iban a aprobar el guión y eso fue lo más complicado. A la hora de investigar, tuvimos la suerte de contar con la gente de DMD (Asociación por el Derecho a Morir Dignamente), en concreto con Gené Gordó, amiga de Ramón durante los últimos años de su vida, que nos ayudó además dándonos su punto de vista. Nos fue de gran ayuda para clarificar conceptos y explicarnos qué significaba o que simbolizaba cada personaje en la vida de Ramón. En eso fue muy útil. Después el rodaje ha sido el más gratificante de todos, porque había muy bien ambiente, había medios, y estábamos todos a favor de obra. La única complicación que tuvimos fue con el maquillaje, y alguna cuestión técnica, justamente a la hora de sacar la cámara por las ventanas. Por lo demás ha sido un rodaje muy tranquilo.

-Es la primera que co-produce. Eso da más nervios todavía...
-No, porque como coproductor soy un poco más dueño de mi destino. Cuando estoy en el set tengo mentalidad absoluta de productor y me peleo con quien sea para conseguir lo que quiero como director.

-Se le ha encasillado dentro del suspense y ahora rompe ese molde, aunque en realidad, le sigue dando vueltas al mismo tema, la muerte.
-Sí. Temáticamente las cuatro películas coinciden. Aunque de eso me he dado cuenta a toro pasado. La muerte es el punto fundamental de todas ellas. Lo del cambio de registro, que yo creo que sí es evidente, es intencionado. Cuando se dice que mi cine está basado en las sorpresas, en los golpes de efecto, digo que sí y que aquí el giro o el golpe de efecto es darle la vuelta y hacer una película desde otra perspectiva mucho más luminosa. A mí por lo menos me resulta muy estimulante, intentar regenerarte o reinventarte de alguna manera, aunque puedas estar hablando de lo mismo, pero hacerlo desde otra perspectiva.

-Para algunos Amenábar era un director de género. ¿Siente que con MAR ADENTRO ha aprobado esa asignatura?
-Como creador yo tiro siempre por el género. Tengo un lado muy pragmático cuando hago películas y me parece que es la mejor forma de conectar con el espectador. Y esta historia pedía otro género y otro estilo. Pero también creo que ha estado en mi cabeza, porque de niño no sólo me gustaban las de suspense: también he disfrutado con los dramas y las comedias. Y desde siempre, si los directores que más gustaban, eran Spielberg, Hitchcock y Kubrick, que yo creo que son los tres por los que decidí dedicarme a esto del cine, puedo decir que esta es la más Spielberg de todas. La que apela más a las emociones, o sea que tampoco es algo con lo que me haya sentido desconectado.

-En esa etapa precisamente, la de LOS OTROS, se habló mucho de sus posibilidades para dirigir en Hollywood. ¿Se lo ha vuelto a plantear?
- No. Y cada vez lo tengo más claro. Yo creo que la propuesta que se debe hacer uno es qué es lo que le motiva para hacer su trabajo. En mi caso, lo que me motiva es contar las historias que quiero y conectar con el espectador. Sin embargo no me motiva viajar al otro lado del mundo por mucho que se considere la meca del cine. Insisto: el viaje que hay que proponer es un viaje para el espectador, no un viaje al director. Nunca me he planteado como un fin ir a Hollywoood. Si la historia está allí, perfecto. Pero en este caso la historia no se podía ni se debía contar desde allí, sino desde aquí.

-¿Ha tenido propuestas para hacer un remake?
-No, y tampoco creo que con esta película se deba hacer un remake. Es más: cuando planteamos esta película , al principio, pensamos que para tener más dinero debíamos hacerla con una estrella de Hollywood y rodarla en Irlanda. Pero de pronto nos dimos cuenta de que Ramón Sampedro lo inundaba todo y que si no íbamos a contar su historia, entonces ¿qué nos quedaba?. Si fuera así todo el mundo estaría haciendo películas tipo Hollywood. Nosotros pensamos que sí merecía la pena contar la historia de Ramón Sampedro y contarla así, como lo hemos hecho.

-¿Era imprescindible Bardem?
-Para rodarla en español sí. En inglés se me ocurren unos cuantos actores que podrían haber interpretado el personaje, pero aquí en España por más vueltas que le dábamos, el más seguro y el más capaz de meterse a hasta el fondo en el personaje, era Bardem. Así que lo arriesgamos todo a él.

-Se presenta en el Festival de Cine de Venecia. ¿porqué Venecia y no San Sebastián?
-Pues me lo han preguntado alguna vez. Es más una cuestión de fechas. Tanto Los otros como Mar adentro se pensaron estrenar a primeros de septiembre y en ese sentido es más oportuno Venecia. Pero también se debe al interés que han mostrado por tener tanto ésta como la anterior. Pero también me gustaría estar en San Sebastián o en Cannes, que no he ido nunca.

-¿En competición?
-Me da igual.

Son las 12 y veinte de la mañana. Nos hemos acabado los dos cafés, pero todavía queda tiempo para echar la vista atrás. Le enseño una entrevista publicada por La Revista de El Mundo en 1996, después de ganar los Goya por Tesis. Está más joven, con más pelo aunque más corto, y con pelliza de ante que todavía le sirve para los ahora lejanos fríos madrileños. "Me acuerdo de estas fotos", exclama tímidamente Amenábar, que en las fotos aparece en una pose hictchockiana, con un cuchillo de cocina escondido en su espalda y mirada psicótica.

-¿Cree que ha llegado tan lejos como se proponía en esos días, en 1996?
-Creo que ni me lo he planteado, al menos a largo plazo. En realidad cuando me he planteado las películas siempre ha sido como un pasaporte para hacer la siguiente. Aunque se miro hacia atrás, lo que sí veo es coherencia, o al menos que no me he salido del tiesto. Pero nunca me he parado a pensar. Tan sólo me he preocupado de que la película funcione para tener la confianza de los productores y hacer la siguiente.

Que si hacemos caso a los sentimientos y emociones que provoca MAR ADENTRO, seguro que no le van a faltar apoyos. La película es un canto a la vida y a la libertad, rodada con mimo, con un grupo de actores bien dirigidos, que, como mínimo, no dejará indiferente a nadie. Pero eso lo decidirán los espectadores estos días.

MAR ADENTRO se estrena en toda España el viernes 3 de septiembre de 2004.

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASION, nº 35 septiembre de 2004

El buen humor siempre es inteligente

Andreu Buenafuente, Fuente, o Buena, como le llama su colaborador y amigo José Corbacho, es el seudónimo de un extraterrestre. Quien si no, sería capaz de poner en marcha un programa diario, de lunes a jueves, de casi 3 horas y pico de duración, sin hablar ni de famosos, ni de chismes, ni de noviazgos (salvo las bromas alusivas a la familia real, por supuesto), ni de sucesos. Y encima consiguiendo que más de la mitad de catalanes, mallorquines y valencianos opten por ver su programa en lugar del peliculón, de Hospital central, UPA Dance, Los Serrano o Crónicas Marcianas. Alguien con semejantes capacidades tiene que ser, a la fuerza, de otro planeta.

Nos encontramos por tanto ante un flautista de Hamelin contemporáneo, un hombre orquesta que escribe, dirige, presenta y produce. Como buen alienígena nació en Tarragona, en Reus para más señas. Y desde allí se lanzó a fundar una especie de banda ideológica dedicada a la malas artes del humor radiofónico (primero en la COPE y después en la SER), a la que denominó con el catalán nombre de El Terrat (la terraza o algo así). Tarea predestinada al ostracismo y la marginación que, por suerte, le llevó hasta la televisión. Sus primeros pasos televisivos los dio a las órdenes de Alfonso Arús en aquel inenarrable programa llamado Al ataque!. De ahí a TV 3 junto a Miki Moto en Persones Humanes y posteriormente lanzándose al ruedo, en solitario, allá por el 94 con SENSE TÍTOL. Pero sus mejores momentos nos llegaron con LA COSA NOSTRA, un late night plagado de esqueches y de parodias, el único, por ahora, capaz de robarle espectadores al Crónicas de Sardà.
Tras un parón de casi un año, en 2002, Andreu puso de nuevo en marcha otra sucursal del humor estilo El Terrat con el nombre de UNA ALTRA COSA (UAC). El programa, además de la presencia de Andreu tiene cinco pilares fundamentales. Dos de ellos ya estaban en su anterior aventura, La Cosa Nostra: Jose Corbacho y Santi Millán. Esta pareja de hecho, coincidió por primera vez en La Cubana, aquel grupo de… teatro, o algo así, fundado para mayor gloria de sus miembros con un único fin: diversión y transgresión. Pero el salto definitivo les pillaría a ambos en La Cosa Nostra. Allí, Corbacho deslumbraría dando vida al Sebas, un casposo y suicida aspirante a todo, desde escapista hasta funambulista, o todo lo que acabase en ista. Las cosas le han ido tan bien que ahora ya tiene programa propio, producido, por supuesto, por El Terrat: Homozaping. Santi, a pesar de su nariz, se convirtió de la noche al día en sex symbol catalán gracias a su personaje de Paco, un amigo jeta y chulo del Buenafuente presentador. Como a Corbacho, a Millán, la suerte le ha venido de cara, y ahora disfruta de su estatus de actor en series (Siete vidas) y películas (Vivancos III). A ellos se les han unido en UAC, Toni Albá, Eduard Soto, Mónica Pérez, David Fernández, El follonero (Jordi Évole), y el inseparable Fermín Fernándes, colaborador leal al "boss" desde su primer programa. Pero todo eso era poco para una mente tan inquieta y saltimbanqui como la de Andreu. Y entre sus bisnes figura un interesante aparato editorial. Por ejemplo, los monólogos que escribe con su equipo de guionistas cada semana para Una Altra Cosa, (antes para La Cosa Nostra) han dado a luz cuatro hijos bastardos, o lo que es lo mismo, cuatro libros: Digue'm agossarat, Hem de parlar, Què t'anava a dir?, No sé si m'explico.

Está claro que lo que más le gusta a este hombre, perdón, a este Expediente X, es largar, o sea hablar. Esa es la razón fundamental por la que se mantiene en la radio casi desde antes de que llegase José Luis Moreno. Bueno, tanto no, pero sí desde hace años, puesto que la radio fue el medio que le lanzó y del que nunca ha querido, ni podido, separarse.

Aunque en su marcador, las victorias ganan por goleada, con su productora, Andreu, ha conocido el éxito, pero también el fracaso. Suyo y de su equipo (Oriol Grau, otro amigo, colaborador cercano, y director de series y programas), junto con el de los creadores Joel Joan y López, fue el éxito de la mejor sitcom que se ha hecho en España, PLATS BRUTS (Platos Sucios). Suyo también es el primer programa que ha conseguido que los vascos se rían de sí mismos: La Gran Evasión. Y suyo, de su productora, es el riesgo y la originalidad de Me lo dice o me lo cuentas, el único programa que ha dicho las cosas claras en materia de sexo, y además con buen humor. En el camino se quedaron proyectos como MONCLOA, DÍGAME? (sitcom parodia del entorno de Aznar que duró dos telediarios) y LA ÚLTIMA NOCHE, debut en Tele 5 de Corbacho, primer tropiezo con ejecutivos poco dados a conceder tiempo a un buen programa de humor. Así, sin prisa, pero sin perder ni un segundo en el mundo del entretenimiento, ha crecido a su alrededor, un grupo de personas capaces de hacer posible el titular de este artículo: El humor o es inteligente o no es humor, que en realidad más que a Buenafuente habría que atribuírselo a ese gran mago de la ironía, amigo inseparable de El Terrat que es Pepe Rubianes.

Pero resumiendo: ¿qué le queda por hacer a Andreu Buenafuente? ¿Dar el salto a TVE? Pues en esas andaba, al menos los directivos de la primera así se lo hicieron saber. Y ya te ves a Buena luchando entre su parte demonio y su parte ángel, para que finalmente decidiese, hábilmente e inteligentemente, quedarse en TV3. Tuvo que ser cosa del demonio, porque dicen que por dinero no fue. Así que, si las fuentes, las buenas, no nos engañan, de momento, habrá más Una Altra Cosa, y la veremos en toda España.

Andrés Fierro Novo Publicado en la revista EVASION, nº 35 septiembre de 2004

Kill Bill vol. 2, Tarantino remata su mejor película

Quentin Tarantino, acompañado de David Carradine, nos visitó con la sana intención de promocionar doblemente su último trabajo, Kill Bill. Doble, porque acaba de editarse el DVD de Kill Bill Vol. 1, y porque el día 23 de julio llegó a las pantallas la esperadísima Kill Bill Vol. 2. En Europa, sobre todo en Francia y España, su cine tiene más seguidores que en Estados Unidos. Lo certifica su Palma de Oro en 1994 por Pulp Fiction en Cannes y también su elección como jurado en la reciente edición del Festival.

Con algunos kilos de más, que el director intentó encubrir con una gabardina negra, quiso convencernos de que realmente Kill Bill son dos y no una, tal y como parece, por argumento y guión. Su tesis, defendida también por Carradine, es que tanto a los productores como a él les apetecía mantener buena parte de lo rodado, y eso obligaba a distribuir una película de más de tres horas. Un pecado que los hermanos Weinstein (Miramax) no querían volver a cometer tras la fallida Gangs of New York de Scorsese. Sea como sea, lo cierto es que Kill Bill nos obliga a pasar por taquilla (dos veces) si queremos saber cómo La Novía remata su vengativo plan contra Bill.

“Siempre he querido hacer una película épica. La primera es más de acción. Es la presentación de una venganza de una mujer. No hay mucho más que decir porque lo que buscaba era el impacto de la acción. En Vol. 2, se resuelven las incógnitas y se contestan las preguntas. Pero lo cierto es que dentro de Kill Bill hay otras doce películas dentro de ella. Tomo cosas de programas de televisión, de otras películas, pero la gente, la mayoría no me conoce, así que no puede saber ni entender hasta que punto es personal Kill Bill. Pero sí sólo fuera un conglomerado de películas sin nada personal creo que mi cine no le interesaría a nadie”.

Si hay diferencias entre la primera y la segunda, es precisamente porque se ha dividido en dos una narración, con todo lo que ello supone. A saber: que la primera es un planteamiento con parte del nudo, y que Tarantino simplemente ha cortado y ha reservado la segunda parte del nudo y todo el desenlace para Vol. 2. Por tanto, sí es cierto que la primera es más sanguinaria (sólo en la parte de manga y la lucha con la banda de los 88 hay más sangre que en todo el cine de Peckinpah); que no vemos ni a Bill ni a su hermano Budd, y que en la segunda hay más diálogo y menos acción. Pero la esencia, es decir, las chicas, una sobre todo, son guerreras y muy femeninas, pero no rezuman sexualidad. “Me gustan las chicas guapas desnudas y otras perversiones, me gustan las películas en las que se enseña, pero esta no es una de ellas, si lo hubiera hecho sería otra película. No quería sexualizar a mis personajes femeninos, se trata de chicas guerreras y esto no era un caramelo para los chicos. No es una películas en la que las chicas son unas cositas frágiles y divertidas como LOS ANGELES DE CHARLIE. En mi película quería darles personalidad y poder a las mujeres...”

El origen del problema
El argumento de Kill Bill, nace de otra película. Si hacemos memoria, en Pulp Fiction, el personaje de Uma, le cuenta al de Travolta, Vincent, que ha trabajado en un piloto de una serie sobre un grupo de asesinas, las llamadas DIVAS, ... En Kill Bill vol.1, cuando la Novia ha matado ha Vernita Green, le dice a su hija de 3 años que si quiere vengarse la busque dentro de unos años y se enfrentará a ella. Bien, pues Quentin, está dispuesto a repetir la experiencia y convertir este argumento en una nueva película.
“No inmediatamente, pero sí dentro de 15 años, tengo la intención de hacer una película, una tercera parte, donde la niña, Niki la hija de Vernita Green, buscará a La Novia. Seguro que la hago. Una de las ventajas de no tener sólo actrices en mis películas sino de contar con grandes amigos, es que puedes hacer planes a largo plazo y, sí, creo que dentro de 13 años contaré con ella”.

Quienes siempre le han acusado de utilizar la violencia como recurso estético de forma indiscriminada, ven en Kill Bill lo peor de su cine. Sin embargo, esta vez, Tarantino tiene argumentos más que razonables para defender su estilo.
“Primero, sí, es una cuestión estética, segundo es la historia de una venganza en una película de kung-fú, y tercero es una película de samurais mezclada con un spaguetti-western. Y por si eso fuera poco el título de la película es Kill Bill, que significa Matar a Bill, ¿es que la etiqueta no lo dice bien claro?”.
Pero como de tonto no tiene un pelo, Quentin no niega tampoco lo evidente: “Es cierto que la violencia seduce, y es algo que hay que saber. Creo que es gráfica y fascinante y que cuando Edison inventó la cámara lo hizo para mostrar dos cosas tan fascinantes como besar y matar”.

Durante este año, Quentin, ha añadido a su cartera de oficios el de presidente del Jurado del Festival de Cannes. Un jurado con la valentía suficiente para premiar Farenheit 9/11 el último trabajo de Michael Moore, un director que cada día tiene más papeletas para el premio de enemigo público nº1 de Bush y familia.“Como presidente, pensé que era una de las mejores películas que había visto. Mis decisiones nunca tienen que ver con la política. De hecho creo que soy el director menos político de todos. Además nunca influye en mis decisiones que una película tenga un presupuesto bajo o alto. Simplemente creo que era una de las mejores que he visto”.

Quentin se despidió admitiendo que sufre con placer, preparando una edición especial de Kill Bill para el DVD, y que está deseando darle los primeros toque a su siguiente largo. “Estoy trabajando en un par de nuevos guiones, aunque no me he puesto a escribirlos. Pero sí tomo notas durante los viajes y cuando vuelva a casa me pondré a trabajar en ellos, sobre todo cuando me normalice un poco, porque durante los últimos tres años no se puede decir que haya tenido una vida muy normal. Espero empezar con la próxima película dentro de unos ocho meses”.

Kill Bill Vol. 2 se estrena el 23 de julio de 2004.
Kill Bill Vol. 1 estará en DVD a partir del 30 de junio de 2004.

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 34, julio-agosto 2004

La hora MÁS chanante

Decían los protagonistas de KAMCHATKA, la última película de Marcelo Piñeyro que estos días emite Canal + que ese, Kamchatka, es el lugar desde el que resistir, desde donde hacerse fuertes y mantener al enemigo a raya. Pues más o menos eso es lo que han encontrado los protagonistas y responsables de un programa que emite a principio de mes el canal Paramount Comedy y que responde al singular título de LA HORA CHANANTE.

Hace dos años que este grupo de cómicos comenzó su aventura con una sola premisa como objetivo: el humor. Joaquín Reyes, alma mater, director, guionista, actor, dibujante, compositor que todo lo abarca cual Orson Wells televisivo, saca adelante este programa, no sin la ayuda de un grupo de cómicos, actores y guionistas entre los que destacan Ernesto Sevilla y Santiago de Lucas. Amamantados casi todos por las noches de monólogos que Paramount Comedy ha puesto a sus disposición desde hace más de 2 años, han crecido y se han convertido en los Rolling Stones de la pantalla. Su programa es único. No sólo por el nombre, sino por crear un estilo de humor, que bebiendo en las mejores fuentes británicas (los primigenios Monty Python), obtiene el máximo partido con los mínimos recursos, convirtiendo así su programa en una especie de Ong del humor. No en vano, el propio Joaquín Reyes, aprovecha sus dotes verborréicas y actorales, para dar vida a un sinfín de personajes en una de las mejores secciones del programa, titulada instintivamente como “Testimonios”. En ellos, Reyes, se transforma, a veces con más ingenio que maquillaje, en personajes como Axel Rose, Salman Rushdie, Gorbachov, Montserrat Caballé, David Hasselhof o Anatoli Karpov. Pero es sin duda su caracterización de Michael Jackson la que mejores momentos ha dado al programa, parodiando incluso el famoso documental realizado por aquel periodista británico-hindú que tantas ampollas levantó, sobre todo en Jacksonlandia.



Casi el mismo sentido trágico con el que ha dotado a quien fuese uno de sus ídolos de juventud, el Pat Morita de KARATE KID, personaje al que ni siquiera Tarantino sería capaz de redimir. Además de múltiples secciones como por ejemplo las tomas falsas o los terribles, y temibles, consejos de EL PAYASO, este hombre orquesta se ha atrevido con las animaciones. Suya es la creación de SUPERÑOÑO, un superhéroe alevín incapaz de malos pensamientos, salvo soñar con Michael Jackson, y cuyo superpoder consiste precisamente en ser ñoño.
Estos días, LA HORA CHANANTE, celebra sus 25 programas, después de dos años en antena. Y para demostrar su poder de convocatoria, en algunos de los esqueches han colaborado caras tan famosas como las de El Gran Wyoming, Miki Nadal, Arturo Valls o Pablo Motos.

Con el 2004 ha llegado la hora del reconocimiento. El Festival de Cinema de Comedia de Peñíscola le ha colocado entre los nominados al mejor programa de humor en televisión. Esta nominación es especialmente significativa ya que se trata del único programa de la lista de candidatos al premio que no procede de un canal de televisión generalista. Para el equipo del programa, el simple hecho de la nominación ya supone un premio, pues es la recompensa a dos años de un trabajo arriesgado, por original. Por eso, a un programa de este calibre, políticamente incorrecto, indisciplinado, irreverente y necesariamente subversivo, sólo se le puede desear lo mismo que al rock’n’roll: larga vida.

LA HORA CHANANTE Paramount Comedy. Dial 23 de Digital +. Domingos a las 23.00.

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 34, julio-agosto 2004

Las mil caras de Cayetana Guillén

Uno no sabe muy bien a qué Cayetana está entrevistando. A veces habla la actriz, a veces la presentadora de uno de los pocos programas culturales de TVE, a veces una periodista disidente, a veces una productora emprendedora, y otras, las menos, una chica que se llama Cayetana Guillén. La tercera hija de los actores Fernando Guillén y Gemma Cuervo, entró en el mundo de la farándula a los 15 años, dirigida por Pedro Masó en la serie Segunda Enseñanza. Hasta 1995 se codeó con los mejores actores de nuestro cine, pero siempre en pequeños papeles. Y, por fin, en 1996 se convirtió en la protagonista y, por que no decirlo, musa incipiente de dos jóvenes con ganas de hacer cine: Alfonso Albacete y David Menkes. Ellos, junto con Miguel Bardem, le dieron primero el papel protagonista en Más que amor, frenesí, y un año después el de Atómica. Aunque su consolidación como actriz dramática le llegaría gracias a dos películas de José Luis Garci: La herida luminosa y El Abuelo.

Ya antes de todo eso, Cayetana había repasado lo mejor del Teatro Clásico junto al desaparecido Adolfo Marsillach. Y de oca a oca, se curtió también como buena licenciada en Periodismo, primero en 1994, en un programa de entrevistas al lado de Mari Pau Domínguez, y después, compartiendo el desayuno con Iñaki Gabilondo en Hoy por hoy. Dice que le gusta escribir. Pero con esas ganas insaciables por trabajar, por hacer cosas, no sorprende que aumente su currículum de profesiones.

Hace un par de meses se estrenó como productora de La mirada violeta, y de nuevo lista para el combate. Estos días, mientras la mayoría mitigamos los rigores del verano en la playa o en la piscina, Cayetana aprovecha para tomarse sus particulares vacaciones, o sea, más trabajo. Esta vez rodando junto a Santi Millán, Amor idiota, una comedia sobre un pobre hombre al que ni el amor ni la vida le sonríen.

Entre toma y toma, y con el beneplácito de su director, Ventura Pons, Cayetana hizo un alto para hablarnos de su trabajo y de sus proyectos.
Ha coincidido que los dos estamos trabajando en televisión, Santi con Siete Vidas, yo con Versión Española. En mi caso es mucho trastorno para el programa si me pongo a rodar en invierno, porque para compaginar los programas es un follón, y claro eso me mantiene alejada del cine y es una putada, porque yo quiero hacer cine. Llevo cinco años con el programa y eso me ha hecho hacer mucho menos cine. Pero llega un momento en si no lo compagino siento que se paraliza mi carrera,¿no?. Hay veces que no se puede y pierdes la película, hay otras que el director te quiere a toda costa y se adapta. Esto es lo que ha pasado en esta ocasión, eso y que, además, los dos podíamos rodar en verano, y Ventura nos ha esperado un año entero…

El verano pasado también se lo pasó trabajando, rodando La mirada violeta… Fue hace un año y pasó lo mismo. Como yo era productora, la rodamos en verano, porque es que si no me quedo sin hacer cine, hijo mío. Es un dilema.

Y tuvo tiempo hasta para hacer teatro. Porque el teatro es más compatible. Por eso pude estar año y medio haciendo La Prueba, que dirigió Jaime Chavarri, lo hacía en Madrid y de gira. Pero de gira fíjate cómo: el programa lo preparaba lunes y martes, lo grababa los miércoles, y me iba de gira de jueves a domingo. Así me tiré toda la gira, y luego en Madrid hacía la función por las tardes. Es una paliza, pero puedes hacerlo. Pero es que el cine, son 12 horas o 14 para grabar.

¿Pero no aguantaría mucho a ese ritmo? Así estuve año y medio. Es que sólo con Versión Española… noto que me falta algo. Le tengo cogido el pulso al programa me lo curro mucho, estudio mucho, me documento mucho, pero solamente hacer Versión Española, pues… digamos que emocionalmente necesito más cosas para crecer. Si no, es que no me entero, y siempre haciendo otra cosa…Cuando no estaba escribiendo la primera versión de La mirada violeta, estaba levantando la película, cuando no, estaba rodando, haciendo teatro, en fin, que siempre tengo que estar compaginando algo.

¿O sea que el guión de La mirada violeta también es obra suya? Lo hice con Daniela e Inés (Daniela Fejerman e Inés París, guionistas y directoras de A mi madre le gustan las mujeres).

Pues he leído en algún sitio que Nacho Pérez y Jesús Ruiz le dieron unas vueltas a la historia original. Cambiaron todo, que en principio eran cosas sueltas, pero al dirigir ellos la película, se les dio libertad de hacer su película, no queríamos que fuese un trabajo de encargo. Pero sí que respetaran un poco la idea. Y eso es lo que hicieron, pero escribieron otro guión. El que escribimos Inés, Daniela y yo es otra película, vamos que se podría hacer otra película.

¿Se lo han planteado? Bueno ahí, está. Habría que cambiar cosas que coinciden, pero podría ser…

Aunque ahora su trabajo tiene algo de periodista su función es más de presentadora. ¿Echa de menos sus años de periodista, su época en la Ser? La radio me encantó: es un medio que me parece validísimo porque la imagen no importa, lo que importa es el contenido. El rollo de la imagen en televisión me fatiga mucho porque es una cosa como… epidérmica y que me interesa menos. La verdad es que me encantaría, en otra etapa de mi vida, algo más tranquila, hacer radio. Pero es que todo no se puede. Antes también tenía tiempo para escribir en revistas como Marie Claire o Cinemanía. Ahora tengo que priorizar y por eso ahora estoy haciendo otras cosas.

¿Le han propuesto otro tipo de programas, otros formatos? Sí, pero ahora me compensa hacer Versión Española. Me gusta mucho el programa, aprendo mucho, me forma… no es un programa de romper prime time, es más relajado, en La 2. Si no la tele quema muchísimo, tú imagínate cinco años, a este ritmo, en un programa de otras características, es que no puedes ni andar por la calle. Este programa me forma, me enriquece muchísimo, estudio mucho, es como si siguiera estudiando en la Facultad (de Periodismo), estoy todo el día estudiando el cine español…

En su momento también se apuntó al carro de las series ¿Repetiría ahora? Sí la serie tiene un buen contenido, como era el caso de Raquel busca su sitio, con unos buenos guiones, pues sí. Aunque las series son muy difíciles de compaginar con otros trabajos, aunque…(duda y se lo piensa)… ahora recuerdo que lo compaginé con Versión Española durante un tiempo.

En estos días parece que Raquel no encontraría su sitio. Lo digo por el tono y los contenidos de las series. Parece que sólo se apuesta por la comedia. Ahora incluso en el cine español, yo creo que lo único que funciona es la comedia. Parece que la gente prefiere relajarse mentalmente cuando dedica su tiempo al ocio. Cuesta que funcionen cosas más serias, y a Raquel es lo que le pasó, funcionó a los 26 capítulos, pero no fue una bomba porque lo que te estaba contando eran problemas sociales…

Su anterior película, La mirada violeta, era una historia de amor, y ésta, aunque en tono de comedia, es más de lo mismo. Será que el amor es algo muy importante en la vida de las personas. El amor, el afecto, es fundamental. Y como estés viviendo un desamor se te descoloca la vida entera. Por eso es vital para la serenidad. Como lo es la soledad, si la eliges por supuesto, pero es algo que todos tenemos… la necesidad del otro, como dice Ventura Pons, es un tema universal.

¿Le interesó por eso, o es que lo que quería era trabajar con Ventura Pons? Me interesó porque el guión es muy bueno, de verdad que es muy bueno. Este año me han llegado tres guiones que no he hecho por falta de consistencia en la historia. Y mira que me gusta rodar, y parece que en un proyecto le doy mil vueltas eh?, pero es que… es que va a ser negativo en tu vida, en tu carrera, son historias muy endebles, que al final te ves tú ahí defendiendo la película a través de tu personaje, y no se sabe muy bien por qué, y yo… ahora mismo, pues no me apetece. Lo he hecho otras veces pero ahora puedo permitirme esperar un poco a que me venga una película como ésta. A ver como nos sale, pero desde luego la historia es estupenda.

No es que no le crea, pero es que los actores siempre dicen eso cuándo empiezan una película. Claro porque estás ilusionado con el proyecto, y porque has dicho que sí. Y estás trabajando con un material en el que tú confías, luego a ver qué pasa.

Cuentan que Robert De Niro se define más por los papeles que no elige que por los que elige. ¿Es usted de las que se lo piensan hasta cinco veces antes de decidirse? Hay veces que no te lo puedes permitir, no es tan fácil. La situación de Robert De Niro no es la nuestra. Nosotros no tenemos ese star system, para nada. Y hacer una película aquí es un milagro, pero… no hay excesivas buenas historias, te resumiría yo. Cuesta que te caiga una buena historia.

Y mientras llega, ¿se ha planteado calmar su adicción al trabajo y tomarse un año sabático? Me encantaría hacerlo para viajar. Sería lo que más me gustaría hacer. Lo que pasa es que… me da miedo, porque ver que el esfuerzo que he hecho para llegar hasta aquí, que no es más que el resultado de currar y currar y currar… desapareces un año y tienes que volver a empezar… no sé, me da un poco de miedo pero sí me gustaría hacerlo.


Inteligencia irónica
A principios de febrero de este año, Cayetana se vio inmersa, sin quererlo ni beberlo, en el mundo de los programas de corazón. El culpable fue un rumor que la relacionaba sentimentalmente con José María Aznar. La actriz no sólo lo cortó de raíz con un comunicado que envió a todos los medios a través de su abogada, Cristina Almeida, si no que además, tuvo la inteligencia suficiente como para ironizar con el tema. Fue en la ceremonia de los Goya 2003 y lo hizo gracias a uno de los gags que protagonizó junto al otro presentador de la gala, el mejicano, Diego Luna:
“Diego: ¿Tienes novio?
Cayetana: Eso ni me lo nombres. Si tengo novio, no lo digo, y si no lo digo me lo inventan… Si me buscas un novio, al menos, que sea sin bigote. (...)
Diego (acercándose a Cayetana): ¿Me afeito el bigote?
Cayetana: Sí, mejor.”

Sus mejores trabajos, en Cine:
La mirada violeta, de Nacho Pérez y Jesús Ruiz (2004)
Fumata blanca, de Miquel García Bordà (2002)
El Abuelo, de José Luis Garci (1998)
Hazlo por mí, de Ángel Fernández Santos (1997)
Más que amor, frenesí, de A. Albacete, D. Menkes y M. Bardem (1996)
Historias del Kronen, de Montxo Armendáriz (1994)

En series de televisión:
Raquel busca sus sitio (2000)
Colegio mayor (1994)
Historias de la puta mili (1994)
Segunda Enseñanza (1986)

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 34, julio-agosto 2004

Hermanos de sangre, en el Día D

El día 6 de junio se cumplen 60 años del famoso día D, el día que las tropas de Estados Unidos desembarcaron en las costas de Normandía para frenar el avance anexionista de Hitler. Steven Spielberg plasmó con sumo cuidado y una brillante elocuencia visual ese día en una de sus mejores películas de los 90, SALVAR AL SOLDADO RYAN. Pero fue tanto el esfuerzo del equipo y las ganas de seguir las aventuras de sus soldados, que el cineasta convirtió esa historia en una miniserie de lujo. El propio Tom Hanks, que también participó en la película de Spielberg, se involucró en el proyecto participando, primero como productor y después como guionista y director de uno de los capítulos.

El libro publicado por Stephen E. Ambrose con el nombre de BAND OF BROTHERS (HERMANOS DE SANGRE), cuyo contenido relataba en primera persona las vicisitudes de una compañía de infantería, sirvió de inspiración a un grupo de guionistas y directores para dar forma a los guiones de los 10 capítulos que conforman la serie. Pocas veces cantidad y calidad han estado tan unidas. La serie le costó a la HBO 120 millones de dólares, pero quienes la han visto entienden que no se ha desperdiciado ni un solo centavo de ese presupuesto. Desde su riguroso entrenamiento en Georgia hasta su aterrizaje en Francia en el día D, pasando por la batalla de Bastogne, la liberación del campo de concentración de Dachau y la captura del refugio que Hitler tenía en Berchtesgaden, la serie narra, con el mismo estilo realista que SALVAR AL SOLDADO RYAN, los triunfos y las tragedias de la Easy, como llamaban sus soldados a la 560 de Infantería Paracaidista, la compañía en la que los héroes eran hombres normales capaces de hazañas extraordinarias en momentos difíciles: los de la Segunda Guerra Mundial.

El canal AXN, que la estrenó en exclusiva el pasado año, la repone estos días en varias maratones. El primero coincidirá precisamente con el día D, es decir será entre el sábado 5 y el domingo 6 de junio. Pero no será el único. La serie pasó también por la parrilla de Tele 5, con más pena que gloria, relegada, como es de recibo, a un arbitrario e infame horario, el de la madrugada. Aunque ahora, quienes no estén abonados al paquete básico de Digital +, están de enhorabuena. Su distribuidora, Warner, ha editado ya el pack en DVD: más de 600 minutos de metraje, a los que hay que sumar un exhaustivo documental de más de una hora en el que podremos conocer a los auténticos miembros de la Easy Company (Winters, Guarnere o Malarkey son algunos de los nombres que permanecen en las retinas de quienes hayan visto la serie). Son 10 horas que saben a poco. Por eso nadie culpa a Spielberg por aprovechar el filón y preparar otra tanda de capítulos sobre lo sucedido también en la misma Guerra, esta vez en el pacífico. Pero esa, es otra historia.

BAND OF BROTHERS (HERMANOS DE SANGRE)
Duración: 600’ Dirección: David Frankel , Tom Hanks, David Leland, Richard Loncraine, David Nutter, Phil Alden Robinson, Mikael Salomón y Tony To. Guiones: Erik Jendresen, Tom Hanks, John Orloff, E. Max Frye, Bruce McKenna, Graham Yost y Erik Bork. Intérpretes: Damian Lewis, Donnie Wahlberg, Ron Livingston, Matthew Settle, Rick Warden, Frank J. Hughes, Dexter Fletcher, Shane Taylor y David Schwimmer, entre otros. Emisión: junio de 2004, AXN, canal 22 de Digital +.

Andrés Fierro. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 33 Junio 2004