martes, 25 de marzo de 2008

Las mil caras de Cayetana Guillén

Uno no sabe muy bien a qué Cayetana está entrevistando. A veces habla la actriz, a veces la presentadora de uno de los pocos programas culturales de TVE, a veces una periodista disidente, a veces una productora emprendedora, y otras, las menos, una chica que se llama Cayetana Guillén. La tercera hija de los actores Fernando Guillén y Gemma Cuervo, entró en el mundo de la farándula a los 15 años, dirigida por Pedro Masó en la serie Segunda Enseñanza. Hasta 1995 se codeó con los mejores actores de nuestro cine, pero siempre en pequeños papeles. Y, por fin, en 1996 se convirtió en la protagonista y, por que no decirlo, musa incipiente de dos jóvenes con ganas de hacer cine: Alfonso Albacete y David Menkes. Ellos, junto con Miguel Bardem, le dieron primero el papel protagonista en Más que amor, frenesí, y un año después el de Atómica. Aunque su consolidación como actriz dramática le llegaría gracias a dos películas de José Luis Garci: La herida luminosa y El Abuelo.

Ya antes de todo eso, Cayetana había repasado lo mejor del Teatro Clásico junto al desaparecido Adolfo Marsillach. Y de oca a oca, se curtió también como buena licenciada en Periodismo, primero en 1994, en un programa de entrevistas al lado de Mari Pau Domínguez, y después, compartiendo el desayuno con Iñaki Gabilondo en Hoy por hoy. Dice que le gusta escribir. Pero con esas ganas insaciables por trabajar, por hacer cosas, no sorprende que aumente su currículum de profesiones.

Hace un par de meses se estrenó como productora de La mirada violeta, y de nuevo lista para el combate. Estos días, mientras la mayoría mitigamos los rigores del verano en la playa o en la piscina, Cayetana aprovecha para tomarse sus particulares vacaciones, o sea, más trabajo. Esta vez rodando junto a Santi Millán, Amor idiota, una comedia sobre un pobre hombre al que ni el amor ni la vida le sonríen.

Entre toma y toma, y con el beneplácito de su director, Ventura Pons, Cayetana hizo un alto para hablarnos de su trabajo y de sus proyectos.
Ha coincidido que los dos estamos trabajando en televisión, Santi con Siete Vidas, yo con Versión Española. En mi caso es mucho trastorno para el programa si me pongo a rodar en invierno, porque para compaginar los programas es un follón, y claro eso me mantiene alejada del cine y es una putada, porque yo quiero hacer cine. Llevo cinco años con el programa y eso me ha hecho hacer mucho menos cine. Pero llega un momento en si no lo compagino siento que se paraliza mi carrera,¿no?. Hay veces que no se puede y pierdes la película, hay otras que el director te quiere a toda costa y se adapta. Esto es lo que ha pasado en esta ocasión, eso y que, además, los dos podíamos rodar en verano, y Ventura nos ha esperado un año entero…

El verano pasado también se lo pasó trabajando, rodando La mirada violeta… Fue hace un año y pasó lo mismo. Como yo era productora, la rodamos en verano, porque es que si no me quedo sin hacer cine, hijo mío. Es un dilema.

Y tuvo tiempo hasta para hacer teatro. Porque el teatro es más compatible. Por eso pude estar año y medio haciendo La Prueba, que dirigió Jaime Chavarri, lo hacía en Madrid y de gira. Pero de gira fíjate cómo: el programa lo preparaba lunes y martes, lo grababa los miércoles, y me iba de gira de jueves a domingo. Así me tiré toda la gira, y luego en Madrid hacía la función por las tardes. Es una paliza, pero puedes hacerlo. Pero es que el cine, son 12 horas o 14 para grabar.

¿Pero no aguantaría mucho a ese ritmo? Así estuve año y medio. Es que sólo con Versión Española… noto que me falta algo. Le tengo cogido el pulso al programa me lo curro mucho, estudio mucho, me documento mucho, pero solamente hacer Versión Española, pues… digamos que emocionalmente necesito más cosas para crecer. Si no, es que no me entero, y siempre haciendo otra cosa…Cuando no estaba escribiendo la primera versión de La mirada violeta, estaba levantando la película, cuando no, estaba rodando, haciendo teatro, en fin, que siempre tengo que estar compaginando algo.

¿O sea que el guión de La mirada violeta también es obra suya? Lo hice con Daniela e Inés (Daniela Fejerman e Inés París, guionistas y directoras de A mi madre le gustan las mujeres).

Pues he leído en algún sitio que Nacho Pérez y Jesús Ruiz le dieron unas vueltas a la historia original. Cambiaron todo, que en principio eran cosas sueltas, pero al dirigir ellos la película, se les dio libertad de hacer su película, no queríamos que fuese un trabajo de encargo. Pero sí que respetaran un poco la idea. Y eso es lo que hicieron, pero escribieron otro guión. El que escribimos Inés, Daniela y yo es otra película, vamos que se podría hacer otra película.

¿Se lo han planteado? Bueno ahí, está. Habría que cambiar cosas que coinciden, pero podría ser…

Aunque ahora su trabajo tiene algo de periodista su función es más de presentadora. ¿Echa de menos sus años de periodista, su época en la Ser? La radio me encantó: es un medio que me parece validísimo porque la imagen no importa, lo que importa es el contenido. El rollo de la imagen en televisión me fatiga mucho porque es una cosa como… epidérmica y que me interesa menos. La verdad es que me encantaría, en otra etapa de mi vida, algo más tranquila, hacer radio. Pero es que todo no se puede. Antes también tenía tiempo para escribir en revistas como Marie Claire o Cinemanía. Ahora tengo que priorizar y por eso ahora estoy haciendo otras cosas.

¿Le han propuesto otro tipo de programas, otros formatos? Sí, pero ahora me compensa hacer Versión Española. Me gusta mucho el programa, aprendo mucho, me forma… no es un programa de romper prime time, es más relajado, en La 2. Si no la tele quema muchísimo, tú imagínate cinco años, a este ritmo, en un programa de otras características, es que no puedes ni andar por la calle. Este programa me forma, me enriquece muchísimo, estudio mucho, es como si siguiera estudiando en la Facultad (de Periodismo), estoy todo el día estudiando el cine español…

En su momento también se apuntó al carro de las series ¿Repetiría ahora? Sí la serie tiene un buen contenido, como era el caso de Raquel busca su sitio, con unos buenos guiones, pues sí. Aunque las series son muy difíciles de compaginar con otros trabajos, aunque…(duda y se lo piensa)… ahora recuerdo que lo compaginé con Versión Española durante un tiempo.

En estos días parece que Raquel no encontraría su sitio. Lo digo por el tono y los contenidos de las series. Parece que sólo se apuesta por la comedia. Ahora incluso en el cine español, yo creo que lo único que funciona es la comedia. Parece que la gente prefiere relajarse mentalmente cuando dedica su tiempo al ocio. Cuesta que funcionen cosas más serias, y a Raquel es lo que le pasó, funcionó a los 26 capítulos, pero no fue una bomba porque lo que te estaba contando eran problemas sociales…

Su anterior película, La mirada violeta, era una historia de amor, y ésta, aunque en tono de comedia, es más de lo mismo. Será que el amor es algo muy importante en la vida de las personas. El amor, el afecto, es fundamental. Y como estés viviendo un desamor se te descoloca la vida entera. Por eso es vital para la serenidad. Como lo es la soledad, si la eliges por supuesto, pero es algo que todos tenemos… la necesidad del otro, como dice Ventura Pons, es un tema universal.

¿Le interesó por eso, o es que lo que quería era trabajar con Ventura Pons? Me interesó porque el guión es muy bueno, de verdad que es muy bueno. Este año me han llegado tres guiones que no he hecho por falta de consistencia en la historia. Y mira que me gusta rodar, y parece que en un proyecto le doy mil vueltas eh?, pero es que… es que va a ser negativo en tu vida, en tu carrera, son historias muy endebles, que al final te ves tú ahí defendiendo la película a través de tu personaje, y no se sabe muy bien por qué, y yo… ahora mismo, pues no me apetece. Lo he hecho otras veces pero ahora puedo permitirme esperar un poco a que me venga una película como ésta. A ver como nos sale, pero desde luego la historia es estupenda.

No es que no le crea, pero es que los actores siempre dicen eso cuándo empiezan una película. Claro porque estás ilusionado con el proyecto, y porque has dicho que sí. Y estás trabajando con un material en el que tú confías, luego a ver qué pasa.

Cuentan que Robert De Niro se define más por los papeles que no elige que por los que elige. ¿Es usted de las que se lo piensan hasta cinco veces antes de decidirse? Hay veces que no te lo puedes permitir, no es tan fácil. La situación de Robert De Niro no es la nuestra. Nosotros no tenemos ese star system, para nada. Y hacer una película aquí es un milagro, pero… no hay excesivas buenas historias, te resumiría yo. Cuesta que te caiga una buena historia.

Y mientras llega, ¿se ha planteado calmar su adicción al trabajo y tomarse un año sabático? Me encantaría hacerlo para viajar. Sería lo que más me gustaría hacer. Lo que pasa es que… me da miedo, porque ver que el esfuerzo que he hecho para llegar hasta aquí, que no es más que el resultado de currar y currar y currar… desapareces un año y tienes que volver a empezar… no sé, me da un poco de miedo pero sí me gustaría hacerlo.


Inteligencia irónica
A principios de febrero de este año, Cayetana se vio inmersa, sin quererlo ni beberlo, en el mundo de los programas de corazón. El culpable fue un rumor que la relacionaba sentimentalmente con José María Aznar. La actriz no sólo lo cortó de raíz con un comunicado que envió a todos los medios a través de su abogada, Cristina Almeida, si no que además, tuvo la inteligencia suficiente como para ironizar con el tema. Fue en la ceremonia de los Goya 2003 y lo hizo gracias a uno de los gags que protagonizó junto al otro presentador de la gala, el mejicano, Diego Luna:
“Diego: ¿Tienes novio?
Cayetana: Eso ni me lo nombres. Si tengo novio, no lo digo, y si no lo digo me lo inventan… Si me buscas un novio, al menos, que sea sin bigote. (...)
Diego (acercándose a Cayetana): ¿Me afeito el bigote?
Cayetana: Sí, mejor.”

Sus mejores trabajos, en Cine:
La mirada violeta, de Nacho Pérez y Jesús Ruiz (2004)
Fumata blanca, de Miquel García Bordà (2002)
El Abuelo, de José Luis Garci (1998)
Hazlo por mí, de Ángel Fernández Santos (1997)
Más que amor, frenesí, de A. Albacete, D. Menkes y M. Bardem (1996)
Historias del Kronen, de Montxo Armendáriz (1994)

En series de televisión:
Raquel busca sus sitio (2000)
Colegio mayor (1994)
Historias de la puta mili (1994)
Segunda Enseñanza (1986)

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 34, julio-agosto 2004

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